Proverbios
- La tierra no la heredamos de nuestros padres, la tomamos prestada de nuestros hijos.
- Si no sabes dónde vas, al menos debes saber de dónde vienes.
- Existen 40 tipos de locura, y uno de sentido común.
- La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre.
- Cuando los elefantes luchan, la hierba es la que sufre.
- El mosquito no se apiada del hombre, por más flaco que esté.
- Sólo un tonto mete los dos pies en el agua para ver su profundidad.
- Durante la estación seca, hay que hacerse amigo del dueño de la piragua.
- Las dichas enviadas por Dios no despiertan al que duerme.
- Hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador.
- Se puede esconder el fuego, pero, ¿qué se hace con el humo?
Proverbios alemanes
- ¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?
- Mira a las estrellas pero no te olvides de encender la lumbre al amanecer.
- Perdonar no es olvidar, y en el perdón sin olvido sobran palabras y falta corazón.
- Los árboles más viejos dan los frutos más dulces.
- Los ojos se fían de ellos mismos; las orejas se fían de los demás.
- El amor de un yerno y el sol de invierno tienen el mismo calor.
- Quien lleva fuego en su corazón, acaba por ahumar su cerebro.
- El habla es plata; el silencio es oro.
Proverbios americanos
- Es cierto que no te quiero tanto como cuando éramos novios, pero es que a mi nunca me han gustado las mujeres casadas.
- Si quieres miel no des puntapiés a la colmena.
- Si te molesta que mientan, no preguntes.
- El futuro pertenece a los que se preparan para él.
- Cuando la olla hirbiendo se desborda, ella misma se calma.
- Nunca sopla viento favorable para el marinero que no sabe en qué puerto fondear.
- Si los deseos fueran caballos, los mendigos se desbocarían.
- Mientras un hombre no tiene la cabeza cortada, nada está completamente perdido en él.
Proverbios árabes
- La astucia del que no tiene astucia es la paciencia.
- Lo pasado ha huido,lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.
- Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.
- Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
- La primera vez que me engañes, la culpa será tuya; la segunda vez, la culpa será mía.
- La crueldad es la fuerza de los cobardes.
- Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.
- Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
- Los que de veras buscan a Dios,dentro de los santuarios se ahogan.
- Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si lo dicen dos, mírate en un espejo.
- Al perro que tiene dinero se le llama señor perro.
- Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo.
- El hombre no puede saltar fuera de su sombra.
- Quien se empeña en pegarle una patada a la luna no lo conseguirá, pero terminará sabiendo manejar la honda.
- Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría.
- Pídeles consejo a los viejos y a los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común.
- En la abundancia de agua el tonto tiene sed.
- Del árbol del silencio pende el fruto de la seguridad.
- La conjetura del sabio es más sólida que la certeza del ignorante.
- Si te aplauden, nunca presumas hasta saber quién te aplaudía.
- El suspiro de una joven se oye desde más lejos que el rugido del león.
- Tu secreto debe pasar a formar parte de tu sangre.
- No debe de cambiarse de caballo al pasar el río.
- La suerte de la fea, la linda la desea.
- Al que nace barrigón, es añudo que lo fajen.
- Se vuelve amargo el vino si no se tiene con quien brindar.
- El enemigo es grande si se lo ve de rodillas.
- La ley es como la tela de araña, atrapa los bichos chicos y deja pasar a los grandes.
- Todo lo que me gusta es pecado o engorda.
- No gastés pólvora en chimancos.
- Aunque no lo veamos, el sol siempre está.
- Se tragó el mate con bombilla y todo.
- Mi mujer y yo éramos felices... hasta que nos conocimos.
- Una golondrina no hace verano.
- El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.
- Los azotes duelen según el tamaño del culo.
- El zorro pierde el pelo, pero no las mañas.
- La vida es una cebolla y hay que pelarla llorando.
- No pretenda tapar el sol con un dedo.
- No desees a la mujer del prójimo...date el gusto.
- A las armas las carga el diablo y las descargan los imbéciles.
- El pato que quiere pasar por cóndor termina siendo ganso.
- No hay que confundir lechuza con tero, porque una es bataraz y el otro picaso overo.
- La educación y el conocimiento son la base de la libertad.
- No contés guita delante de los pobres.
- Quiere acabar con el canibalismo comiéndose a todos los canívales.
- Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía.
- Siempre es bueno tener palenque donde rascarse.
- Las ratas son las primeras en abandonar el barco.
Proverbios brasileños
- Somos lo que hacemos, sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos.
- Un abuelo es como un caballo salvaje que ha sido entrenado por su hijo para que lo cabalgue su nieto.
- Nuestros padres nos han enseñado a hablar y el mundo a callar.
- El hábito es una camisa de hierro.
Proverbios chilenos
- Cuando bebas, no manejes; se te puede dar vuelta el vaso.
- Norte claro, sur oscuro, aguacero seguro.
- Al que da y quita le sale una jorobita.
- Buscando lo que no se encuentra, se encuentra lo que no se busca.
- No es lo mismo los palos de la reja que los pelos de la raja.
- Habiendo fiesta y velorio regado, no hay novia fea ni muerto malo.
- Tenís más grupo que banco de sangre.
- El tonto con buena memoria recuerda las tonterías propias y las ajenas.
Proverbios chinos
- Un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama.
- Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.
- El hombre que no sabe sonreír, no debe abrir tienda.
- Si te sientas en el camino, ponte frente a lo que aún has de andar y de espaldas a lo ya andado.
- Cada paso que da el zorro le acerca más a la peletería.
- Un hombre feliz es como un barco que navega con viento favorable.
- Si te caes siete veces, levántate ocho.
- El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero solo el necio se queda sentado en él.
- El momento elegido por el azar vale más que el momento elegido por nosotros mismos.
- Si quieres que algo se haga, encargaselo a una persona ocupada.
- Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
- La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por qué no el corazón?.
- El que teme sufrir, ya sufre el temor.
- Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes a ninguna carta.
- Nunca se pierden los años que se quita una mujer.
- Si no quieres que se sepa, no lo hagas.
- El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica.
- Cuando bebas agua, recuerda la fuente.
- Todos los hombres son sabios; unos antes, los otros después.
- La lengua resiste porque es blanda; los dientes ceden porque son duros.
- Las grandes almas tienen voluntades; los débiles tan sólo deseos.
- Excava el pozo antes de que tengas sed.
- La tinta más pobre de color vale más que la mejor memoria.
- Todos los ríos van al mar, pero el mar no se desborda.
- El que se pone de puntillas no puede sostenerse derecho.
- Un pájaro no canta porque tenga una respuesta, canta porque tiene una canción.
- Jamás se desvía uno tanto del camino como cuando cree conocerlo.
- Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.
- Disfruta hoy, es más tarde de lo que crees.
- Cuando los calvos mueren, la nostalgia los convierte en cabezas rizadas.
- Tres cosas nunca vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida.
- Se nace llorando, luego se comprende el por qué.
- Un beso es como el agua salada, bebes y tu sed aumenta.
- Me lamentaba de no tener mejores zapatos hasta que vi un hombre que no tenía pies.
- Si vas a comprar, no empieces por enseñar el dinero.
- Jamás desesperes en medio de las más sombrías aflicciones de tu vida, pues de las nubes más negras cae un agua limpia y fecundante.
- La esperanza es como el azúcar en el té. Aunque es muy poca, todo lo endulza.
- La joya no puede ser pulida sin fricción, ni el hombre perfeccionarse sin dificultades.
- El poder es el mayor enemigo de su dueño.
- Aquel a quien amamos no tiene defectos; si le odiáramos, carecería de virtudes.
- Cuando de cada 8 marineros 7 son timoneles, el navío termina yéndose a pique.
- Cuando el dedo señala a la luna, el imbécil mira al dedo.
- Cuando un perro ladra a una sombra, mil perros más hacen de ella una realidad.
- Cuanto más grande es el caos, más cerca está la solución.
- Muchas personas son como los relojes, indican una hora y tocan otra.
- El fondo del corazón está más lejos que el fin del mundo.
- Cosa buena es arrepentirse, pero mejor cosa aún es no exponerse a ello.
- Las lágrimas de una viuda rica se secan pronto.
- Lo malo nunca es bueno hasta que sucede algo peor.
- Más de un hombre amanece con el día que no verá morir.
- "La virtud en su justo medio", dice el diablo, poniéndose entre los dos magistrados.
- El que no tiene dinero en su bolsa, deberá tener palabras agradables en su boca.
- Cuando hay un sitio en el corazón, lo hay en la casa.
- Ten tu mano pronta para echarla al sombrero, y tardía para meterla en el bolsillo.
- Un país con muchos arenques no necesita médico.
- Los tontos, si callan, lo parecen menos.
- Vale más morir intentándolo que vivir toda tu vida lamentándolo.
- Guagua que llora mama.
- Como es la madre es la chiquilla.
- Amigo insincero, hago cuenta que perdí, de mi mula el sudadero.
- Tira en pleno Nilo al hombre afortunado, que volverá a salir con un pez en la boca.
- Oír es precioso para el que escucha.
Proverbios escoceses
- La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.
- No hay medicina para el miedo.
- Nunca permitas que tus pies vayan por delante de tus zapatos.
- Miente tu por mí, y yo juraré por ti.
- Hasta el peor papel tiene necesidad de ser bien interpretado.
- Por buena que sea la cuna, mejor es la buena crianza.
- A bicho que no conozcas, no le pises la cola.
- A borracho fino, primero agua y luego vino.
- Adulándote, necio y malo te hará tu amigo; censurándote, sabio y bueno te hará tu enemigo.
- A la lumbre y al fraile, no hurgarle; porque la lumbre se apaga y el fraile arde.
- A quien tiene cama y duerme en el suelo no hay que tenerle duelo.
- Árboles y amores, mientras tengan raices echan frutos y flores.
- A tu hijo dale oficio, que el ocio es el padre del vicio.
- Baco, Venus y tabaco, ponen al hombre flaco.
- Basura es todo lo que en suelo se barre, y aunque remonte a las alturas, cuando baje, seguirá siendo basura.
- Buenas palabras y malos hechos engañan a los locos y a los cuerdos.
- Cacarear y no poner, si malo en la gallina, peor en la mujer.
- Cada persona es dueña de su silencio y esclava de su palabra.
- Como sé que te gusta el arroz con leche, por debajo de la puerta te hecho un ladrillo.
- Con paciencia y un poco de saliva, el elefante se la endiñó a la hormiga.
- Da a los ricos lo suyo, a los pobres lo tuyo.
- Dádiva de lo mal ganado no la recibe Dios con agrado.
- Decir dice cualquiera, hacer sólo el que sepa, quiera y pueda.
- Del todo no muere el que deja por donde se le recuerde.
- Después de perdido el barco, todo son pilotos.
- Donde reina la mujer, el diablo es primer ministro.
- Échate a enfermar y verás quién te quiere bien y quién te quiere mal.
- El agua no horada a la piedra por su fuerza, sino por su constancia.
- El bien hacer abre cien puertas, y el mal agradecer las cierra.
- El corazón del avaro se parece al fondo del mar, ya pueden llover riquezas, no se llenará.
- Emplea palabras suaves y argumentos fuertes.
- Entre locos me metí, y lo que sea de ellos será de mí.
- Entre los extremos de cobarde y de temerario, está el medio de la valentía.
- Es amor mal entendido el que no corrige a un hijo.
- Es peor la envidia del amigo que el odio del enemigo.
- Fácil es reprender la vida ajena para quien no la tiene buena.
- Favorecer a quien no lo ha de estimar, es como echar agua al mar.
- Galgo que va tras dos liebres, sin ninguna vuelve.
- Guardaré hoy que puedo, que quizás mañana no mueva un dedo.
- Habiendo un hueso entre ellos, no son amigos dos perros.
- Hasta el más delgado pelo, hace una sombra en el suelo.
- Huir por vileza es vergüenza, evitar un peligro es prudencia.
- Insistir al que es porfiado, es llover sobre mojado.
- Jurado tiene el espejo no hacer bonito lo feo, ni joven lo viejo.
- La ausencia es al amor lo que al fuego el aire: que apaga el pequeño y aviva el grande.
- Maderas hay que han dicha, maderas hay que no; de unas hacen santos y de otras carbón.
- Más vale dejar a los enemigos que pedir a los amigos.
- Más vale hacer frente al peligro una vez que vivir siempre con temor.
- Mejor que juntar las manos para rezar, es abrirlas para dar.
- Mucho escuchar y poco hablar buena fama te han de dar.
- Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de vestido nuevo.
- No amamos a una mujer por lo que dice, amamos lo que dice porque la amamos.
- No es gallina buena la que come en tu casa y pone en la ajena.
- No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia.
- No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.
- No hay almohada más blanda que una conciencia tranquila.
- No paramos de divertirnos porque estemos viejos; estamos viejos porque paramos de divertirnos.
- El labrador entre dos abogados, está como el pez entre dos gatos.
- Ora como si todo dependiera de Dios, pero trabaja como si todo dependiera del hombre.
- Oye sus defectos quien no calla los ajenos.
- Para morir siempre es muy pronto, para amar nunca es tarde.
- Planta eucaliptos para ti, pinos para tus hijos y robles para tus nietos.
- Porque los loros no tienen médicos, viven siglo y medio; que si los tuvieran, cincuenta años no vivieran.
- Proyecta como si fueras a vivir cien años, pero vive como si fueras a morir mañana.
- Quien anda en malos pasos, en uno quedará atascado.
- Quien habla con argumentos, no grita ni hace aspavientos.
- Quien perdona pudiendo vengarse, poco le falta para salvarse.
- Quien sólo piensa en lo que en su vientre entra, no vale más que de lo que de su vientre sale.
- Reniego del amigo que come lo mío conmigo y lo suyo consigo.
- Reprende las vidas ajenas con buen ejemplo y no con dicho ni cuento.
- Si quieres de tu amigo probar su voluntad, finge necesidad.
- Si quieres ser suegra amada, mantén la cartera bien abierta y la boca bien cerrada.
- Sufre callando lo que no puedes remediar hablando.
- Todos obedecen con gusto cuando el que manda es justo.
- Un amigo es aquel que conoce todos tus defectos, y a pesar de todo te quiere.
- Ve a menudo a casa de tu amigo, porque la maleza puede borrar el camino.
- Vive de tal suerte, que ni te encante la vida ni te espante la muerte.
- Yerros de amor, dignos son de perdón.
- Zapatero amigo, las suelas quemadas y el hilo podrido.
- En la paz se cuelga a los ladrones, en la guerra se les honra.
- Buen abogado, mal vecino.
- En casa abierta el justo peca.
- Guerra, caza y amores, por un placer mil dolores.
- Vida sin amigo, muerte sin testigo.
- Aprende llorando, reirás ganando.
- Para los aduladores no hay rico necio ni pobre discreto.
- Al hombre bueno, no le busquen abolengo.
- Todo avaro tiene un hijo gastador.
- La adversidad forja hombres; la buena fortuna crea monstruos.
- Mejor amar poco a condición de amar siempre.
- No hay ausente sin culpa, ni presente sin disculpa.
- Quisiera ser una lágrima para nacer en tus ojos, vivir en tus mejillas y morir en tus labios.
- El precio se olvida, la calidad permanece.
- Amor y sabiduría no habitan en el mismo castillo.
- Es una pena ser viejo, pero no lo es todo el que quiere.
- Es fácil nadar cuando os aguantan la barbilla.
- Grabemos los agravios en la arena y las gentilezas en el mármol.
- Lo que se da con amor nunca se pierde.
- Quien sabe amar jamás hace sufrir.
- Tres sacos son necesarios para tratar con un abogado: un saco de papeles, un saco de paciencia y un saco de dinero.
- Cuando todo está perdido, no hay golpe peligroso.
Proverbios galeses
Proverbios griegos
- El que no duda, nada sabe.
- Al amor, como a una cerámica, cuando se rompe, aunque se reconstruya, se le conocen las cicatrices.
- El arte de ser sabio es el arte de saber ignorar.
- Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve.
- Los perezosos se pasan la vida rascando la barriga de las cigalas.
- Un mal pequeño es un gran bien.
- Ser rico y privarse, no es ser rico, sino guardián de equipajes.
Proverbios hindús
- Donde quiera que pone el hombre la planta, pisa siempre cien senderos.
- ¿Qué ve el ciego aunque se le ponga una lámpara en la mano?
- El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas.
- Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
- No hay árbol que el viento no haya sacudido.
- Todo lo que no es dado es perdido
- La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.
- La posteridad sólo te pertenece cuando tus nietos juegan en tu puerta.
- La más larga caminata empieza con un paso.
- Las cosas más importantes de la vida no son cosas.
- El árbol no niega su sombra ni al leñador.
- El avaro, ahondando el agujero para guardar su oro, llega al infierno.
- La mujer de un hombre celoso tiene cuarenta hombres como esposos.
- Quien viste de harapos en un país donde todos van desnudos, será tomado por loco.
- Todo lo que no es dado es perdido.
Proverbios holandeses
- Las palabras de oro van a menudo seguidas de actos de plomo.
- No puede impedirse el viento, pero pueden construirse molinos.
- El que quiera comer huevos, tendrá que soportar los cacareos de las gallinas.
- El que quiera engañar a un campesino, tendrá que llevar a otro campesino en su compañía.
- El que tiene miedo corre a la iglesia.
- Aunque tu mujer haya cometido cien faltas, no la golpees ni con una flor.
- Recorre a menudo la senda que lleva al huerto de tu amigo, no sea que la maleza te impida ver el camino.
- Ningún amigo como un hermano, ningún enemigo como un hermano.
- El justo debe imitar al bosque de sándalo, que perfuma el hacha que lo lastima.
Proverbios ingleses
- Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te afliges? Y si tu mal no tiene remedio, ¿por qué te afliges?
- Demasiado al Este es Oeste.
- Cuando apuntes con el dedo, recuerda que tres dedos te señalan a ti.
- Para aprender a rezar no hay como viajar por mar.
- Un tropezón puede prevenir una caída.
- Los pájaros del mismo plumaje se reúnen en bandada.
- El mosquito de uno es el camello de otro.
- Un mar calmo no hace buenos marineros.
- La diplomacia consigue más triunfos que los cañones.
- El dinero es igual al estiércol, sólo sirve para estar esparcido.
- Las cartas que una mujer desea recibir de un hombre son aquellas que él no debería escribir jamás.
- Mejor pocos truenos en la boca y más rayos en la mano.
- Los actos son los frutos; las palabras las hojas.
- Ver es creer, pero sentir es estar seguro.
Proverbios irlandeses
- Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman.
- Vale más ser cobarde un minuto que muerto el resto de la vida.
- Quien vive sin disciplina, muere sin honra.
- Hay mejores peces en el mar de los que se hayan podido pescar hasta ahora.
- Que en el año nuevo lleves la mano extendida siempre para ofrecer amistad, nunca para pedir.
- Es fácil compartir las patatas cuando hay amor.
- Dios creó el tiempo, pero el hombre creó la prisa.
- Vale más un fiero león delante que un perro traidor detrás.
Proverbios italianos
- Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja.
- Del escuchar procede la sabiduría, y del hablar, el arrepentimiento.
- El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor.
- El amor y la tos no pueden ocultarse.
- Pedir es lícito, responder es cortesía.
- Sirve de poco hacer mucho, pero no lo que se debe.
- Hay una gran fuerza escondida en una dulce orden.
- Por la ignorancia nos equivocamos y por la equivocación aprendemos.
- Buscar excusas a una idiotez es cometer otra.
- El Papa y el campesino unidos saben más que el Papa sólo.
- El silencio no ha sido jamás escrito.
- El amor gobierna su reino sin espadas.
- Hay quien va a por lana y vuelve trasquilado.
- El primer grado de locura es creerse cuerdo, y el segundo proclamarlo.
- La amante que te concede su cuerpo y no su corazón, te regala rosas sin espinas.
Proverbios japoneses
- El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses.
- Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.
- Sólo en la actividad desearías vivir cien años.
- Una montaña se escala en etapas, las propiedades se adquieren en etapas, y a la sabiduría se llega en etapas.
- Si te caes siete veces, levántate ocho.
- Estudiando lo pasado se aprende lo nuevo.
- El pájaro que revolotea menos, permanece más tiempo en vuelo.
- Si no es correcto no lo hagas; si no es verdad, no lo digas.
- El clavo que más sobresale recibe un martillazo.
- Si no entras en la madriguera del tigre, no puedes coger los cachorros.
- Quien habla siembra, quien escucha cosecha.
- Con leña prometida no se calienta la casa.
- El idiota es como el ladrón de campanas, que se tapa el oído para robarlas.
- Empleando todas sus fuerzas, hasta el ratón podría devorar al gato.
- Por mucho que sople el viento, una montaña no se inclina ante él.
- Una reputación de mil años puede depender de la conducta de una hora.
- Peces grandes no viven en charcos pequeños.
- Poco se aprende con la victoria y mucho con la derrota.
Proverbios judíos
- Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.
- Hay que guardarse bien de un agua silenciosa, de un perro silencioso y de un enemigo silencioso.
- Si todos tirásemos en la misma dirección, el mundo volcaría.
- Más vale ser pobre que estar enterrado.
- Tu amigo tiene un amigo, y el amigo de tu amigo tiene otro amigo; por consiguiente, se discreto.
- El que da, no debe volver a acordarse, pero el que recibe, nunca debe olvidar.
- La crítica debería de ser como la piedra de afilar, que aguza sin cortar.
- No es bello lo que es caro, sino caro lo que es bello.
- No vendas el sol para comprar una bombilla.
- El que da sin que otros den, es vanidad; el que quiere que los otros den sin él dar nada, es avaricia; el que da y desea que los otros den también, es caridad; el que no quiere dar ni que se le de, es dureza.
- El ladrón sin ocasión para robar, se cree un hombre honrado.
- La risa se oye a mayor distancia que el llanto.
- Cuando se trabaja no se tiene tiempo de ganar dinero.
- El que no puede sobrellevar lo malo, no sirve para ver lo bueno.
Proverbios latinos
- Es una locura amar, a menos que se ame con locura.
- Más confío en el trabajo que en la suerte.
- La medicina cura, la naturaleza sana.
- Se coge al toro por los cuernos, al hombre por la palabra y a la mujer por el elogio.
- La fortuna es un cristal; brilla pero es frágil.
- El primer deber del amor es escuchar.
- Dime a quién amas y te diré quién eres.
- La necesidad es la madre de las invenciones.
- El hambre es el mejor cocinero.
Proverbios mexicanos
- Todos los hombres estamos hechos del mismo barro, pero no del mismo molde.
- Ni tanto que queme al Santo, ni tanto que no lo alumbre.
- La única razón para no triunfar en la vida es no haber nacido.
- El que tenga cola de zacate que no se arrime a la lumbre.
- La fórmula del éxito es muy simple: haz tu mejor esfuerzo y acaso le agrade a la gente.
- Si vas a morir, muere llenito.
- El que se emperra se emperra, el que se enchila se enchila, y el que se encula se chinga.
- A gallo viejo gallina joven.
- A las balas no hay que tenerles miedo; hay que tener miedo a la velocidad con la que vienen.
Proverbios mongoles
- El victorioso tiene muchos amigos; el vencido, buenos amigos.
- El sabio habla de las ideas, el inteligente de los hechos, el vulgar de lo que come.
Proverbios orientales
- Pregunta lo que ignoras y pasarás por tonto cinco segundos, no lo preguntes y serás tonto la vida entera.
- Para que nazcan virtudes es necesario sembrar recompensas.
Proverbios persas
- La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces.
- La mitad de la alegría reside en hablar de ella.
- La arena del desierto es para el viajero fatigado lo mismo que la conversación incesante para el amante del silencio.
- La duda es la llave del conocimiento.
Proverbios polacos
- La mujer llora antes del matrimonio, el hombre después.
Proverbios portugueses
- La luna y el amor, cuando no crecen, disminuyen.
- Quien compra cuando no puede, vende cuando no quiere.
- El valor crea vencedores; la concordia crea invencibles.
Proverbios rumanos
- La escalera ha de barrerse empezando por arriba.
- El agua fluye, las piedras se mantienen.
- El perro viejo no ladra sin razón.
- El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.
- No puedes enderezar el mundo con tu hombro.
Proverbios rusos
- ¡Caer está permitido. Levantarse es obligatorio!
- El corazón es un niño: espera lo que desea.
- Añorar el pasado es correr tras el viento.
- El hombre que hace su fortuna en un año, debería ser ahorcado doce meses antes.
- Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla.
- Tu madre te llorará hasta el final de sus días; tu hermana hasta ponerse el anillo de boda; tu viuda hasta el rocío del amanecer.
- Estar en ayunas no mata, pero la glotonería sí.
- Si te cansas de un amigo, prestale dinero.
Proverbios suecos
- Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida, en media pena.
- Tema menos y espere más; coma menos y mastique más; quéjese menos y respire más; hable menos y diga más; odie menos y ame más y todas las cosas buenas serán suyas.
- La preocupación suele hacer que las cosas pequeñas proyecten grandes sombras.
- Los jóvenes van por grupos, los adultos por parejas y los viejos van solos.
- La sabiduría inútil sólo se diferencia de la tontería en que da mucho más trabajo.
- Los buenos recuerdos duran mucho tiempo; los malos, más todavía.
Proverbios turcos
- El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
- El que no da un oficio a su hijo, le enseña a ser ladrón.
- Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por dónde no se debía pasar.
- El caballo conoce por la brida al que lo guía.
- Una onza de falsa vanidad deteriora todo un quintal de auténtico mérito.
- El verdadero huérfano es el que no ha recibido educación.
- El hombre es más duro que el hierro, más fuerte que la piedra y más frágil que la rosa.
- El hombre que desea estar tranquilo ha de ser sordo, ciego y mudo.